viernes, 18 de octubre de 2013

El porqué de las cosas


 

¿Os suena esta situación?

Un equipo minibasket se lleva practicando toda la semana el bote, manejo de balón, bote de protección, de velocidad, dribla… los chicos van asimilando los conceptos. Llega el partido del fin de semana y cuando un pequeño coge la pelota usa el bote para irse del rival, cuando le llegan dos rivales a la vez también usa el bote para quererse ir de los dos, cuando le llegan tres a la vez nuevamente usa el bote para querer resolver ese problema. En ese momento el entrenador le dice: “¡¡¡Pasaaaaaa!!!”. El niño se queda con cara de “¿Queeeeeé?”.

El problema es básico y muy común. El chico sólo ha puesto en práctica lo que aprendió en los entrenamientos. ¿Cuál fue el problema? Que no sabía en qué momento emplear tales conocimientos adquiridos. El uso del bote. El entrenador (ficticio, entiéndanme) de este chico sólo les explicó el gesto técnico a los jugadores, olvidándose de enseñar lo más importante, el cuándo poder utilizarlo. “Pues mira, el bote debes usarlo sólo para meter canasta, para sacar la pelota de tu campo o para poder tirarte una mandarina” lo qué sea, pero que el entrenador lo explique.

“El bote se puede convertir en el asesino del juego de equipo”, así de tajante se mostraba Javier Fijo en el curso de entrenador de baloncesto de nivel 2 en Sevilla. Todos sabíamos a que se refería, al exceso de bote de los buenos jugadores, al que siempre los mismos jugadores se vayan de todo el equipo sin mirar al compañero de al lado, al querer forzar los 2x1 con el bote, al ponerse a botar sin tan siquiera orientarse al aro… lo peor de todo, es que nosotros, los entrenadores normalmente sólo valoramos el resultado y no la ejecución. Es decir, si nuestro jugador se va de todo el equipo botando y anota, a pesar de que tiene un compañero sólo al lado en mejor posición, nosotros le aplaudiremos desde el banquillo. Debemos premiar la buena ejecución y no el resultado final.

Otra frase que me gustó mucho fue de Sito Alonso en un clinic aquí en Sevilla. Decía, “Debéis de estar preparados para ese jugador”. ¿Qué jugador nos preguntamos los asistentes? Nos relató una experiencia pasada en Badalona cuando un chico joven le preguntó, “¿Y cuál es el motivo de este ejercicio? ¿Para qué sirve esto? ¿Cuál es su función?” Sito nos comentó que debemos de estar preparados para este tipo de jugadores, los cuáles son más despiertos que los demás. Qué no podemos quedarnos callados ni dudar en la respuesta porque lo notarán. Todo ejercicio que llevemos lo debemos dominar a la perfección, en caso contrario, mejor no usarlo. Por cierto, ese chico del que nos habló Sito Alonso se llama Ricky Rubio. ¿Os suena?

Reconozco que a mí en más de una ocasión cuando comenzaba a entrenar mis jugadores me pillaron e incluso me hicieron cambiar una premisa propia inicial. Recientemente, cuando me sucede, sí estoy preparado y soy muchísimo más convincente en la explicación a mi jugador. En nuestros entrenamientos usamos la explicación del porqué al principio de los ejercicios con la misma idea que trabajamos antes el 5x0 que el 5x5, para tener el objetivo presente. ¿Para qué trabajo el 5x0 antes? Para visualizarlo. ¿Para qué explico el porqué antes? Para visualizar en qué momento usarlo. El objetivo.

Por aclarar, Javier Fijo después nos comentó que el bote para él era un fundamento esencial, al cual le daba mucha importancia. Otra cosa distinta es el uso que permita cada entrenador a sus jugadores.


Publicado por Antonio Acuña Rodríguez.

 

 

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