viernes, 25 de enero de 2013

LA BASE DEL EQUIPO-EL BASE


Es genial el disfrutar del control de balón, organizar el equipo y distribuir los pases.

 La alegría de una canasta para un jugador, es grande. Si esa canasta va precedida de
una buena asistencia, son dos las personas contentas, pero si además el pase es bueno, entonces puede hacer feliz a todo un pabellón.

Mi admiración es muy grande para estos jugadores o jugadoras llamados bases. Tienen la máxima responsabilidad siempre y por el contrario a quienes quizás menos reconocimiento le otorgamos en su labor.

 

Alguna vez recuerdo haber oído que la prolongación del entrenador en la cancha, es su base. Creo que este comentario no puede ser más acertado. En realidad, el base comienza haciendo el juego que diseña el “míster” en su pizarra………….., y entonces, ¿Cómo no va a ser importante para él?.
 

Recuerdo  una entrevista  que leí a una de las mejores bases del panorama nacional. Era a Laia Palau  y de verdad que el orgullo que desprendían sus palabras reconociendo la responsabilidad de organizar el equipo eran envidiables, elogiaba en general la figura del base en el baloncesto. El jugar de “uno”  era muy gratificante, porque podía observar el buen  juego y movimientos de sus compañeras. Decía que la gran responsabilidad de la base, hace que el juego del equipo tenga sentido.

 

Puedo  jugar sin un pívot nato, pero no puedo jugar sin base ni alero, de hecho me he acostumbrado a jugar sin pívots en el equipo que entreno actualmente. El juego que hacemos es por obligación exterior, por la poca altura de mis jugadoras.

 

Ver la seguridad con que suben el balón y cómo transmiten esa seguridad a sus compañeras es muy admirable. Agresividad en defensa, efectividad en ataque. Nuestros bases en general en los equipos está casi siempre en la primera línea en defensa y todavía más si hacemos presión. El que dé todo en la pista nuestro base, es primordial.

 



Puedo ver durante el juego los ojos de mis bases, y en esas miradas, entender lo que estás pensando y además intentar que salga esa jugada.

Me considero afortunado porque por suerte considero que siempre he tenido buenas bases, incluso recuerdo tener asignado el puesto a alguna  jugadora que no quería subir el balón,  y tener que combinarla con otra que no se negaba, hasta el convencimiento propio de que lo hacía bien.

 
Un base siempre debe ser el espejo donde se miren los compañeros de equipo y sirva por su motivación el juntar esfuerzos.

 

“El baloncesto es un deporte para altos, que dominan los bajos”.

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