Hacer deporte es una forma
estupenda de disfrutar y mantenerse activo. A una persona le puede gustar hacer
tiros libres a su aire en un parque, mientras que otra puede preferir formar
parte de un equipo de baloncesto y competir con otros equipos.
Una persona tiene muchas
opciones entre las que escoger a la hora de hacer deporte. Puede elegir entre si prefiere practicarlo
solo para divertirse o también para competir. La competición puede añadir
emoción al deporte. Pero, puesto que siempre hay alguien que gana y alguien que
pierde, la competición también puede hacer que los individuos se sientan
presionados. Sentirse un poco presionado está bien. Pero demasiada presión es
no es bueno.
¿Te pide tu entrenador que
entrenes todos los días en vez de un par o tres veces por semana?, ¿te grita tu
madre, padre o familiar desde las gradas cuando haces algo mal?, ¿antes creías
que te gustaría formar parte del equipo pero ahora preferirías dejarlo?
Hay distintos tipos de competiciones deportivas. Puedes competir solo, formando parte de un equipo o ambas cosas a la vez. Por ejemplo, un nadador o un luchador compiten individualmente, pero la puntuación que obtiene cada deportista individualmente también puede contribuir a la puntuación total del equipo. Su juegas a fútbol o a baloncesto, te pondrás muy contento si marcas un gol o encestas, pero, para ganar, es necesario el esfuerzo de todo el equipo.
Lo que tienen en común todas las
competiciones deportivas es que todos los competidores quieren ganar. Pero,
solamente gana una persona o equipo.
Quizás tengas algo en la
garganta que no te deja tragar cuando vas a salir a competir. Es esa sensación
de nerviosismo que sienten algunas personas el primer día que van a hacer algo
nuevo, cuando cogen un avión por primera vez o cuando se preparan para un
importante partido de basket. En el deporte, a casi todo el mundo le preocupa
jugar bien y no quiere cometer errores. El mejor jugador de tu equipo y los que
juegan en equipos de alta competición también se ponen nerviosos antes de un
partido importante. Hasta los deportistas profesionales se ponen nerviosos.
De todos modos, es bueno estar
un poco inquieto o nervioso. Ayuda a que tu cuerpo y tu mente se preparen para
competir. Tu cuerpo fabrica adrenalina que te proporciona energía extra. Pero,
si te pones tan nervioso que los nervios no te dejan pasártelo bien, deberías
averiguar por qué.
Cuando participas en una
competición, necesitas energía. Bueno para tener mucha energía es descansar
bien. Asegúrate de acostarte a la hora habitual o incluso un poco antes la
noche previa a la competición. Y haz una
buena alimentación ese día.
Una forma de controlar los
nervios es prepararse bien para jugar. Intenta asistir a todos los
entrenamientos de tu equipo. Hacer deporte es como aprenderte tu papel en una
obra de teatro o aprender a tocar el piano, cuanto más preparado estés, más
seguro te sentirás y mejor te lo pasarás. Practicando, mejorarás tus
habilidades y aprenderás a compenetrarte con los demás miembros del equipo.
Intenta encontrar una forma de
relajarte justo antes del partido. Haz varias respiraciones lentas y profundas
o varios estiramientos a modo de calentamiento. Algunos equipos tienen un
saludo o un abrazo especial que practican antes de salir al campo de juego.
Deja que cualquier tensión que puedas sentir se convierta en entusiasmo cuando
empiece la competición.
Si haciendo esto no encuentras
ayuda y el deporte que practicas te hace pasarlo mal, deberías hablar con tus
familiares o con tu entrenador. Es posible que la presión excesiva que sientes
provenga de tu entrenador, tu familia, tus compañeros de equipo o incluso de ti
mismo. Si tu entrenador o tus familiares te ponen demasiado nervioso, habla con
ellos sobre qué te ayudaría a sentirte más seguro y tranquilo durante los
entrenamientos y los partidos.
Alguien experimentado también
puede ayudarte a controlar la presión que ejerces sobre ti mismo. Algunos
deportistas quieren ser expertos en lo que practican desde el principio. Pero
adquirir pericia en un deporte suele implicar trabajar duro durante mucho
tiempo.
Si te sientes demasiado
presionado, no pasa nada si decides tomarte un respiro y prescindir de la competición
deportiva durante un tiempo. Tal vez decidas volver a entrenar la próxima
temporada. O puedes seguir practicando tu deporte favorito pero sin formar
parte de un equipo.
Si ninguna de estas ideas te
ayuda, tal vez haya llegado el momento de probar algo nuevo. Hay multitud de
deportes y actividades que puedes practicar. Es cosa tuya averiguar cuáles te
gustan más y practicarlos con regularidad. Sea en equipo o individualmente, si
haces deporte, saldrás ganando porque serás una persona activa.
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